La fatiga es el síntoma más común reportado con hasta siete meses después del inicio de la enfermedad.

La fatiga y el estrés oxidativo, inflamación leve y la alteración en la generación de proteínas de choque térmico, que ayudan a proteger las células del estrés que les produce elementos como el calor, el frío y las cantidades bajas de oxígeno o glucosa.

La recuperación de los sentidos del gusto y el olfato puede tomar más de un mes, pero en algunos enfermos llega a tardar hasta seis meses después de la fase aguda de la enfermedad.

Se piensa que la infección por SARS-CoV-2 lleva a la pérdida del olfato podría estar relacionado con daño a las neuronas del epitelio olfatorio.

En la pérdida del gusto podría relacionarse con un daño directo al órgano del gusto, ya que el receptor ACE2 se encuentra también en la lengua y en la boca y se ha reportado modificación en la percepción de olores y sabores.

Condición Post COVID-19 - OPS/OMS | Organización Panamericana de la Salud

Las secuelas respiratorias y físicas entre pacientes hospitalizados por COVID- 19, experimentaron disnea (falta de aire) durante la fase aguda siguen padeciendo este síntoma por lo menos cuatro meses después del inicio de la enfermedad. Y hasta el 22 % de los pacientes sufren dolor de pecho, secuelas que se han relacionado con daño pulmonar residual impactando la calidad de vida del paciente.

Recomendaciones alternativas: Los micronutrientes vitales para mejorar el sistema inmune,  como las vitaminas A, C y D, minerales como zinc, el cobre y el hierro, selenio y magnesio, las vitaminas B, E, K, mediante el uso de la suplementación.

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